Perdido en mi propio laberinto. Literalmente. Parte I.

Próximo proyecto. Partida de rol en mesa en Barcelona con la guapísima gente de Umbría. Hacía muchísimo que no lo hacía, desde Gangs Of Tharbad (2006). Jugar al rol en mesa, digo. Para empezar quise aportar un nuevo concepto: el rol a la carta. Así que pregunté a mis jugadores qué tipo de partida querían y dónde. Sería en Tierra Media, pero el resto podían escogerlo.

Un dungeon decidieron. Criaturillas! Bufff, de lo más complicado que hay, ya que hay que currárselo bastante. Bueno, eso va realmente con cada uno. En mi caso, autopista directa a elucubrar. Fíjate que me podía haber complicado poco la vida, ya que tengo muchas partidas de rol tipo dungeon (Véase mi Partidas de Rol). Un poco de aquí un poco de allí… cocer y listo. Pero nada, como siempre, empezaron a fluir ideas. Casi todas novedosas. y de nuevo me vi con un monstruo completamente nuevo en la quijotería. Y de todo menos simple, que es lo que mejor se habría adaptado a mis jugadores.

Eso sí, de los principales dogmas no podía alejarme: 1-Realismo. Desde luego, no iba a entrar en el típico dungeon infantil para pasar el rato. Jugar para sólo para divertirse y pasar el rato se lo dejo a los niños. Por esa si que no paso. El caso es que quería algo lógico, y crudo. ¿Un laberinto?. Sonaba bien. Hacía tiempo que llevaba tiempo detrás de esa idea. Además, y curiosamente, el próximo macroproyecto que planeaba era precisamente un laberinto. Pulp Dungeron se llamaría el engendro y sería un remake de mi El Laberinto de Linhir (1991), pero adaptado al Rol Por Web. Así que todo esto me venía que ni pintado.

Inspiración.

Los referentes estaban claros. Aunque en verdad os digo que no sé donde estaba la línea entre influencia inconsciente o creatividad desbordante, ya que las musas vendrían inevitablemente de Dentro del Laberinto, Saw y Cube, y quisiera pensar que hubiera hecho algo parecido de no existir dichos films; mas nunca se sabrá. Los caminos de la inspiración son inescrutables. A esto sólo habría que añadir la ambientación y detalles de los mundos de Tolkien. Al menos, los jugadores no habían precisado un lugar y podía elegir yo el más adecuado (Después de pensar sobre ello, decidí Mordor. aunque ya hablaremos de esto en próximas entregas).

Primeros tanteos: Fibonacci.

Ya se estarán imaginando que no quería un laberinto cualquiera. Quería uno perfecto, hermoso, modular. Pero completamente transparente para el usuario final. Es decir, que la complejidad intrínseca del laberinto podría ser enorme pero no así para el jugador/personaje que lo jugara, que no debería notarlo (salvo en la dificultad intrínseca de salir). No obstante, tenía que aplicar otra máxima, que aunque no mía, quiero añadir a mi elenco de dogmas básicos: 2-Simplicidad. Como decía, el asunto debería ser simple, al menos de cara a jugabilidad y jugadores. Realismo y simplicidad deberían estar por delante, aunque sin menoscabar, a la diversión. De la diversión ya me encargaría yo. Y si no, al Infierno con todo. Y con todos. Ahí quedará la partida para la posteridad y que cada master la utilice como guste. Que para eso está.

Proporción aurea

La proporción aurea.

Y qué relativamente fácil es hacer un laberinto sencillo, y lo complicado que es hacerlo perfecto y bello, ¿eh?. Tenía algunas cosas bastante claras: lo quería circular, basado en las matemáticas y modular. Ni demasiado grande ni demasiado pequeño. Además, este laberinto debía servir de base y práctica para mi próximo macroproyecto, como también antes mencionaba.

Pronto descubrí que: a) circular era más difícil que rectangular (o informe), o al menos se adapta peor a otras sutilezas; b) basarlo en una serie o ecuación matemática era más difícil que no hacerlo. La matemática es simple y bella, pero nadie dijo que fuera fácil de entender y aplicar. Y Finalmente c) adaptarlo o basarlo en algo -no sé, al plano del casco viejo de una ciudad o a la proporción áurea, mismamente- rizaba aún más el rizo. Así que, imaginen todo junto. Imposible. Para mi al menos.

Descartado basarlo en una serie -véase por ej. Fibonacci– o en los números primos -que no tienen ninguna lógica ^^- opté por buscar una fórmula matemática que lo pudiera resolver. Basar su la solución de la salida del mismo, quiero decir. Ya que basarlo entero es algo que a todas luces se me iba de las manos. O al menos no tengo todo el tiempo que tan magno proyecto precisaría (de todas formas, no dejemos abandonados los números primos porque volveremos a ellos).

Tras indagar sobre el tema, me percaté de que necesitaría ayuda de un matemático. Probé en Comunidad Umbría, lugar de frikis y gente de bien, pero desgraciadamente, también sumidero de gente extremadamente inconstante. Así que mi gozo en un pozo: el esfuerzo de los interesados duró apenas un día. O nadie fue capaces de darme solución. E hicieron mutis por el foro sin siquiera despedirse.

Entonces busqué en el trabajo. El estadista no supo darme solución, pero acertadamente, me remitió al matemático, que finalmente, con ayuda de su hija -también matemática-, me dieron una fórmula que se aproximaba bastante a lo que yo quería (desde aquí no voy a revelar más ya que forma parte del intríngulis de la partida ^^). Finalmente yo, con ayuda de la programación, probé variantes hasta refinar la fórmula lo más posible.

¡Todo un tanto! pero lo más difícil quedaba por hacer 🙁

Uno de los Teaser para El Círculo de Sangre, que por cierto, y al menos provisionalmente, así se llama de momento la partida. Y como siempre, se amenazan sorpresas… muasjuasjuas…

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