Prólogo.
Cosas que no sabemos -por vagancia intelectual o falta de tiempo- y que los atrapados por el sistema -trabajo, hipoteca e hijos- nunca sabrán. Si por lo que sea, aún no estás atrapado por el sistema, ¡infórmate! Y sino, también ^^. Aquí va un desordenado resumencillo cuya única idea es la de iluminar la vela de la curiosidad -y de la indignación ^^- en los lectores que se acerquen a este, mi humilde rincón.
Yo no soy tonto… pero sí inculto y manipulable.
Endeudamiento y pacto del euro.
Si te endeudas más de lo que puedes -la gente normal sobre todo con hipotecas- acabas perdiendo la casa; si te endeudas más de lo que puedes -a nivel empresarial- perderías la empresa (aunque en este caso lo tienen mejor, pues siempre pueden hacer un ERE o una suspensión de pagos y salir medianamente airosos); pero si se endeudan demasiado -como de hecho hacen, y acaban de hacer- las grandes entidades financieras, encima hay que ayudarlas. Y con dinero público. Y todo esto no es un discurso revolucionario, es lo que pasa y seguirá pasando día a día.
El caso es que sobreviva el modelo… que ellos han establecido e irrigado tan sutilmente, por supuesto… Porque lo queramos o no, la unión europea -como todo- es una unión sobre todo financiera. Y ¿para dónde barre lo financiero? pues para ellos mismos, y de forma extremadamente atroz y sutil. Es decir, que en el pacto del euro se pedirá sobre todo a la clase media y baja -las putas del capitalismo-, también, aunque menos, a empresas y empresarios, y NO se pedirá NADA absolutamente a las entidades financieras, últimas responsables del mal que nos acontece. Para más Inri. Cosa lógica, pues son las que mandan y ordenan (No olvidemos que los políticos son sólo las putitas de las entidades financieras… o ¿alguien lo duda a estas alturas?).
Los políticos: las putitas de los bancos. Imagen tomada de una de las casetas de Plaza Catalunya en #acampadabcn ^^
El ‘secreto’ será subir los impuestos directos -los que pagamos igual ricos y pobres, cómo no- y reducir prestaciones sociales, ¡más aún! ¡Menudos genios! Así, además se te obligará a trabajar en lo que sea y como sea -que es una de las esencias de un sistema financiero voraz como el que tenemos-, que no tengas escapatoria de ninguna manera. ¿Los grandes sacrificados? La sanidad y la educación. A privatizar todo, y que gane más los intereses privados. Y que los políticos vayan pasando del ámbito público -adquiriendo experiencia con su cagadas e información de primera mano- al sector privado -donde pongan en torticera práctica todos esos conocimientos-. Además así, los ricos arraigaran entre su prole la salud y la educación, bases fundamentales de nuestro futuro. Bueno, bases de todo.
Y nuestro modelo económico, basado en el crecimiento financiero -ganar, ganar y ganar dinero por el dinero-, seguirá con su voracidad exponencial, alimentando injusticias, pues en nuestro mundo finito como el nuestro no puede haber un crecimiento infinito -que es en lo que se basa-, y por eso seguirán existiendo burbujas que acaben por hacernos petar, sacrificando a la clase media y a los pobres y, eso sí, un par o tres de cabezas de muy ricos que habían empezado a molestar a otros muy ricos. Un crecimiento a costa de enriquecer obscenamente a los grandes gerifaltes y decrecimiento a costa del pueblo llano: esa es la dinámica del sistema financiero voraz que tenemos. Pues ¿quién ha sido el gran ganador de la crisis? curiosamente los mismos que la crearon: los bancos. Y eso que sólo vemos la punta del iceberg, sino nos cagaríamos patas pa´bajo.
Epílogo.
Pero entonces, ¿realmente podríamos hacer algo nosotros contra esto? ¿Revelarnos masiva y organizadamente contra el poder financiero, más allá de ideologías -derechas, izquierdas o centros-, que no hacen otra cosa que diezmarnos con pequeños detalles -aborto sí, aborto no, etcétera- mientras los grandes gerifaltes se frotan las manos mientras dan profundas caladas a sus puros habanos? ¿O ya tienen suficientemente controladas nuestras mentes y recursos como para que sólo unos pocos vean y compartan esta forma de pensar -clases sociales e individuos a los que ya se han ido encargando de desprestigiar para que carezcan de credibilidad: rojos, perroflautas, vagos…-, viviendo el resto feliz en sus cárceles de oro. Cárceles de oro que ni siquiera son suyas, pues todos sabemos que en el fondo son de los bancos. Y cuyas únicas alegrías son las sonrisas de sus crías, los orgasmos, los efectos de variopintas drogas, la efímera emoción de fútbol y la esperanza vana de las Loterías, amén del poder ostentar de vez en cuando ante sus miserables vecinos gracias a su gran casa, su gran coche, su gran tele o esas dos entradas para ver la final de la Champions… -vecinos tan miserables como ellos mismos, of course-?
Recortes: Viñeta de Manel Fontdevila.
¿Acaso nuestro peor enemigo no sean las grandes corporaciones o los corruptos poderes políticos y financieros, sino esos currelas y burgueses contentos como están y que no quieren -o al menos temen- cualquier clase de cambio, y prefieren ajustarse un poco -o un mucho- el pantalón porque… con tal de que no se entere el vecino…? ¿Acaso el último as de los poderosos no sea que esas pequeñas rencillas entre ciudadanos nos conduzcan a otras lides mientras ellos siguen repartiéndose el botín mientras se atragantan en carcajadas?
#15M #acampadasol #acampadabcn
Fuente: El pacto del Euro.
Y por supuesto: Inside Job.